Sus cenizas, en la Monumental de Morelia…
* Un pequeño grupo de familiares, compañeros de trabajo y amigos toreros, lo despidieron
* “El Negro”, como muchos lo conocían, se nos adelantó este lunes y ya es estrella en el firmamento
Por Enrique García
Este día, la familia torera moreliana se reunió para despedir al querido y entrañable amigo y reportero gráfico, Marco Antonio Tovar Córdova, “El Negro”, amante de la Fiesta Brava que así como era un excelente fotoperiodista que olfateaba la noticia, así también demostraba su amor por los toros.
En el cuarto oscuro –donde se revelaban e imprimían las fotos en épocas pasadas–, mientras hacia su trabajo reporteril, el Marco no dejaba de contar su pasión que traía desde pequeño y que lo llevó a incursionar y a enfrentarse incluso con el toro, en varias corridas pueblerinas
“El Negro” se nos adelantó ayer y este martes sus cenizas, acompañadas de su viuda Doña María Guadalupe Esquivel, así como de familiares y amigos de la Fiesta Brava, dieron la vuelta al ruedo en el recinto de sus sueños y cuna de triunfos de grandes figuras, como lo es la Monumental de Morelia.
“Yo lo vi torear”, dijo El Santanero al dirigirle unas palabras en su memoria: “tenía mucho pundonor, mucha vergüenza, toreaba sublime y de mucho temple”, recordó al tiempo de reconocer que Marco también conocía el otro arte, “el de sacar excelentes fotografías”.
Así, luego de intervenciones de toreros, amigos y familiares, las cenizas de Marco Antonio Tovar Córdova estuvieron en el lugar más importante significativo de la Fiesta del Toro en Michoacán. “¡Olé, matador!”, fue el coro de su despedida.
Ahí estuvieron presentes también sus hijos: Sergio Antonio, Marco Liberto, Verónica Yunuen, Mónica y Oliva Guadalupe. Y por supuesto que también compañeros de vida en su profesión de reportero. Descanse en paz.
FOTOS: ZIPOE