En Tarímbaro…
* Padres, maestras, niños y niñas, hicieron uno hechizo de pet que les tiró el viento
* Los pequeños padecen las inclemencias del tiempo al realizar sus actividades en el patio escolar
* Llegó la pandemia y por ahora se encuentran en sus casas recibiendo su educación a distancia
* Tienen la esperanza de que al regresar a clases presenciales, ya tengan techo en su escuela
* Esperan apoyo del programa de techumbre que anunció el titular la SEE, Héctor Ayala Morales
Redacción/La Polaca Mich
TARÍMBARO, MICH.- Niñas y niños de Tarímbaro de la Escuela “Rosario Castellanos” confían en que en su regreso a clases presenciales, se lleven la sorpresa de tener techumbre en su escuela de reciente creación y que como varios centros educativos de las zonas rurales, padecen de instalaciones al 100 % para formarse en su educación.
Todavía al principio del 2020, antes de que la pandemia los hiciera alejarse de sus salones de clases, los niños disfrutaban de sus recreos, de sus festejos cívicos y de su convivencia en el patio de su escuela, bajo un techo hecho con pura botella de plástico reciclada en cuya tarea participaron con ahínco y fe sus papás y mamás, sí como sus maestras y maestros y hasta ellos mismos que echaron la mano.
Todo iba bien y aunque a medias, ya no sufrían las inclemencias del tiempo y especialmente del sol que a diario baña a plomo a esta pintoresca población ubicada al norte de la capital del estado.
Un día, el viento echó abajo la techumbre hechiza y los niños tuvieron que aguantar todavía varios días los rayos solares cuando hacían sus actos cívicos, antes de irse a sus casas por disposición oficial para resguardarse de la pandemia del Covid-19.
“Fue una tarea de conjunto, construir un techo con botellas reciclables para cuidar a los pequeños”, comenta la directora del plantel, Claudia Gutiérrez Orozco, quien señala que en la construcción de esta escuela de reciente creación, se han recibido apoyos, sí, pero hasta ahora no los suficientes como para construir una techumbre que tanto beneficia a las escuelas para apoyar una buena educación de la niñez, y sobre todo, cuando se realizan diferentes eventos que necesitan el resguardo de las inclemencias del tiempo.
Señaló que los padres de familia, con sacrificios, han tratado de aportar lo que pueden en momentos económicos tan críticos “por los que atravesamos por la enfermedad del Covid-19”, pero desafortunadamente no ha sido suficiente.
Finalmente la directora subrayó que una vez de regreso a clases presenciales, continuarán tocando todas las puertas habidas y por haber, tanto con diputados federales y locales de la región y con el mismo presidente municipal, de quien reconoció, les ha echado la mano, para lograr ese objetivo que beneficiaría a los alumnos y alumnas de 1°, 2°, 3°, 4°, 5° y 6° de esta zona conurbada, pegada a la capital del estado.
Así, conforme pasa el tiempo crece la esperanza de la niñez tarímbence que acude a esta escuela, esperando que cuando termine la pandemia y en su regreso a clases presenciales, se lleven la sorpresa de que su institución ya tendrá techumbre y más aún, a sabiendas de que el secretario de educación en el Estado, Héctor Ayala Morales, viene anunciando apoyos en ese sentido para las escuelas de Michoacán.
Niños y niñas esperan, que su escuela, aunque está en un medio rural, sea tomada en cuenta.
Eso sí, tanto padres y maestros, anuncian que en cuanto sea posible, continuarán realizando labores para mejoras en ese centro educativo y ya prevén organizar varios eventos, hasta una kermes para recabar fondos.
Buscan que su escuela sea ejemplo de toda la jurisdicción tanto en organización como en nivel educativo.
TEXTO: AGD
FOTOS: CORTESIA ESCUELA