*A mi Madre
*¡Oh, cuan lejos están aquellos días en que cantando alegre y placentera,
jugando con mi negra cabellera,
en tu blando regazo me dormías!
*¡Con que grato embeleso recogías la balbuciente frase pasajera que,
por ser de mis labios la primera,
con maternal orgullo repetías!.
*Hoy que de la vejez en el quebranto,
mi barba se desata en blanco armiño,
y contemplo la vida sin encanto,
al recordar tu celestial cariño,
de mis cansados ojos brota el llanto,
porque, pensando en ti, me siento niño.
*Un golpe di con temblorosa mano sobre su tumba venerada y triste;
y nadie respondió…
*Llamé en vano porque ¡la madre de mi amor no existe!
*Volví a llamar, y del imperio frío se alzó una voz que dijo:
*¡Si existe! Las madres, nunca mueren…
*Hijo mío desde la tumba te vigilo triste…
*¡Las madres, nunca mueren!
*i dejan la envoltura terrenal, suben a Dios, en espiral de nubes…
*¡La madre, es inmortal!
*Reportaje Gráfico